Jr. de la "Unión".

Intercambiamos algunos escritos y otras palabras algun "tiempito" atras.

Caminaba por el distinguido y muy superfluo Jr, de la Unión, cuando en eso escuché un: "Hola!", no me llamó la atención y seguí caminando. Entonces por segunda vez "Hola!" acompañado de un "Soy yo!", me detuve esta vez y di la vuelta de 180° muy despacio.

Era él, aquel chico misterioso y enigmático: mi amigo cibernético, del cual ya lo habia convertido en mi confidente de aventuras, de desgracias, de travesuras, de felicidad. Un: "Te reconocí casi instantaneamente", me dejó helada; pues me hizo entender que tenía ya mi imagen grabada en su mente.

"¿A dónde vas?", la pregunta muy esperada. "Salí de clases e intentaba distraerme caminando entre tanta gente", fué mi respuesta. Sonrio y me dijo: TE ACOMPAÑO.
Caminamos unas cuadras y eran 30 cms. los que nos separaban. Comenzamos a hablar de ambos, mientras el miraba hacia abajo y me distinguía entre mi mediana estatura.

Vimos esos semáforos "inteligentes" que hay en todo Lima y comenzamos a criticar de aquellos objetos superdotados.
Mientras yo trataba de mantenerme neutral, él se encargaba de robarme alguna sonrisa.

Fueron muchas cuadras las que caminamos y podría decir que dicho "Jr." quedó muy chico para nuestra plática y nuestro casual encuentro.
En eso..."¿Sabes donde puedo tomar un carro al infierno?", no lo miré de forma extraña; pero si maquiné una respuesta inmediata..."¿De verdad quieres ir al infierno?, pues ya estas en el,  pero hasta el infierno hace monotono tu existir".
Me miraste algo desconcertado y solo me sonreiste.

Seguimos hablando de temas muy amenos como, nuestros sentimientos hacia otros y me di cuenta de la fascinacion que tienes por el tema, no te ahorrabas ninguna pregunta. Querias saberlo TODO y como no soy quien para negarte esas respuestas que ayudaban en tu carrera, fui respondiendotelas una a una.

No pasó mucho tiempo hasta que llego la segunda pregunta:
-¿DONDE CARAJOS ESTOY?
-conmigo oe-
 -Sí, es cierto :)

Me miraste y noté ese ligero movieminto de cuerpo y de brazos como cuando quieres abrazar a alguien, pero no pudiste, no había la confianza suficiente y para algunos actos como este se requiere de ella.
Seguimos conversando, pero esta vez mas calmados y sentados por algún lugar del "Centro histórico de Lima", fueron cinco las veces que dijiste la palabra "niña", las conté y no dije nada. Hubieron palabras que hubiera deseado que las diga otra persona, no tu.
No viendo las horas del reloj , ya eran las 15:17 y sonreiste y un "No me quiero ir, quiero seguir conversando contigo", fué muy gratificante.

La temperatura era la ideal, ni frío, ni calor, sus ojos claros y hermosos, su cabello castaño, su sonrisa desinteresada, esa pequeña bitácora A-5 que siempre llevaba y su delgada figura lo hacian ver como el chico de reemplazo perfecto.

Nunca me sentí tan bien con alguien, como hoy con él. Sonreir y no pretender ser nadie o ser mucho era lo indicado. Confesarte mi fascinacion por las mariposas, el pop corn y mi locura por el chico de iniciales H.J.R.P. era inevitable.
Sentir como escuchabas con atención cada una de mis palabras, así sean algo ciertas y muy estúpidas, era perfecto. Nunca antes nadie me había dado tanta atención; o bueno sí, solo mi psicolgo, pero no habia comparacion alguna.

Casi finalizando el casual encuentro... "Yo quisiera conocerte más, me eres muy interesante y poco común, además nunca antes habia conocido a una niña algo demente con el cabello de dos colores que se cree niño". Mis risas no demoraron en salir y entre risas y palabras te hice distinguir una frase algo utilizada: "Siempre hay una primera vez", me miraste y pretendiste abrazarme nuevamente, pero esta vez fue obvio, solo agregaste "NO PUEDO ABRAZARTE, TERMINARÍA ENCARIÑANDOME CONTIGO Y SI ESO PASARA PUEDA QUE TERMINE NECESITANDOTE".
Había mucha relación en lo que decías, solo te miré, sonreí y dije "¿Ý? =)", tu típico "Eres mala" me hiciste escuchar en vivo y en directo.

Como ya se hacía tarde y mi estómado ya lo había notado, decidí despedirme de ti con un beso en la mejilla.
Me deseaste suerte en mis proyectos venideros, con una frase que me gustó mucho "Hazlo tu misma".
Luego de eso caminé hacia el paradero y no voltee ni un segundo, no quería que te dieras cuenta lo mucho que me gustó hablar contigo.



Ahora estarás de camino a Chile y espero que algún tiempo no muy lejano "la casualidad" se encargue de juntarnos nuevamente, para una segunda parte de esta historia.

Comentarios

Entradas populares