... me negarás dos veces
Quizá ya puedo imaginar qué sintió Jesús
Lo que acabo de recordar realmente no se lo deseo a nadie.
Yo a mediados del 2011 pasé una juventud muy tranquila, cero preocupaciones, cero responsabilidades y cero problemas...CERO PROBLEMAS (lo pongo en mayúsculas ya que el problema ya lo tenía o mejor dicho era parte de el desde muchos años ante.
En agosto de ese mismo año comencé a experimentar penas, sentires y dolores que nunca en mi vida había sentido ni vivido. Realmente un giro de ciento ochenta grados para lo que mi vida era.
Quizá si revisan algunas entradas atrás de este blog puedan entender mejor, pero quisiera escribirlo literalmente en este pequeño párrafo: mi padre el ser que yo más amaba en el mundo negó dos veces ante personas desconocidas que yo fuera su hija e hizo entender a las otras personas que yo era su "sobrina".
Lo hizo porque él vivía en otra país que no era el nuestro, y él al estar en aquel país había sido infiel a mi familia y había formado otra clandestinamente.
Mi padre al no querer manchar su honor y su nombre me negó ante personas que eran amigos suyos en este país nuevo.
Déjenme decirles que es una sensación que no se la deseo a nadie (ya que todos somos hijos de alguien).
Pensar y sentir que mi papá se avergonzaba de que yo era su hija (su primer hija) para poder ocultar cobardemente su error.
Mi padre más allá de pensar en mí pensó en él, en su "integridad" ante la sociedad de aquel nuevo lugar, dejando de lado mi sentir, dejando de lado mi corazón de hija.
Cosas como estas he tenido que soportar y callar (por mucho tiempo)
Cosas como estas aún siguen vigentes dentro de esta cabeza y este corazón, que por tiempos piensa que ya olvidó.
Siento que en estos últimos años aquellas "situaciones" que viví crearon una coraza en mí pero no en forma de armadura, sino en forma de sonrisa. Donde quizá quise disfrazar lo vivido con chistes, humor, risas...
Siento que quizá esta vida me mando la sonrisa más grande para poder ocultar todas las lágrimas que llevo por dentro.
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