Creo que así es mejor... verse
de lejos, no decir nada,
sospechar que piensa y 
sospechar también si su 
sonrisa es para mí. Me gusta 
la intriga, pero en ocasiones 
como esta me mata (y creo 
que eso me gusta más).
Al fin de cuentas sacando 
conclusiones, vuelvo a las de
hace 4 años.
Aily dejó de ser ese ser
enigmático, para convertirse
en un imán más del 
refrigerador.

Comentarios

Entradas populares